Para J D, entre Jesús y Madonna.
I
Cabrón, volverás cuando la ciudad esté a oscuras. Perro de la dicha.
Desde el tejado, pediré permiso para arribar al lecho de tu corazón.
Sube, baja, trepa. Encadenémonos con los brazos hasta el amanecer.
II
Porque tu corazón es una grieta.
Porque escudriñas en la noche y tus cuchillos son música en mis labios.
Porque asomas en mi tejado cuando te place, tomas posesión de mi carne, mis huesos; desnudos clavamos el amor donde nos da la gana.
Porque te aterra mi historia de Jesús y los gladiadores (Tonto, la inventé para ti, para que te ames en mis palabras)
III
Te he dicho que el silencio es música en tus manos.
Que dormido cuelgas las alas y te enroscas en mis brazos.
Volverás cuando la ciudad esté a oscuras. Me engatusarás hasta el amanecer.
Texto inédito.
domingo, 18 de mayo de 2008
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