Te di mi corazón en cajitas de lata, mi luz en versos que vuelan como fantasmas. Sabes, mi vientre engendró lunas aztecas y marihuana; mi pecho aún sabe a ron, al solticio de tus ansias.
Hiciste de mi piel tu sabana, soltaste mariposas, peces que cargan música en sus alas.
-Son tuyas las pirámides que crecen en mi alma.
De: A la sombra del corsario
miércoles, 25 de junio de 2008
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